Ya falta poco para que la primera luna llena de la primavera llegue. Luna que marca la Semana Santa, sin duda la semana más importante, la que mayor repercusión cultural y social tiene en la ciudad de Medina de Rioseco. Como el resto de hermandades, la Hermandad del Santo Sepulcro, se prepara estableciendo una correcta programación, con las convocatorias y actos que se desarrollan a lo largo de varias semanas, anterior, durante y después de la Semana Santa, como son misas, juntas, reuniones y procesiones.
Durante los días previos a la Semana Santa, las emociones, anhelos y los recuerdos de familiares, amigos o conocidos, se hacen más vigentes. Uno a uno vamos abriendo los cajones de nuestro corazón para comprobar si se mantienen en su interior la historia vivida, las emociones y todos esos recuerdos que queremos asegurar y cerciorarnos de que todavía nos queda sitio para acomodar nuevas emociones de esta Semana Santa que anuncia su llegada a la luz de las candelas.
Tengo la sensación de que han pasado siglos desde la última Semana de Pasión, tanto que me siento superado por una tristeza, que he hecho tan mía, que llego a pensar que tal vez será para siempre. El viento me ha golpeado en la cara, ha sido como si sintiera la llamada de un extraño sentimiento. Quizás sea un aviso para que trate de encontrar una respuesta a esa pregunta que ni siquiera sé.
La Semana Santa llega precedida de una Cuaresma preparatoria en la que nos mostrara su esencia; esa voz inconfundible y desgarradora con el toque del Pardal. Nos llamara a sentir esa emoción, ese gesto colectivo, ese abrazo invisible y poderoso que hace de un sacrificio cumpliendo su deber, la escenificación de una historia pergeñada, para que el Mundo conozca una verdad universal, donde la curiosidad puede más que la prudencia.
Hermanos, disfrutad y vivid vuestra Semana Santa, en la que el Santo Sepulcro ilumine, un año más nuestros corazones.
L. FERNANDO DE SANTIAGO BADAS.